número 6
Educación bilingüe, ¡ahora! por Alex Caputo-Pearl
El 8 de septiembre de 1997 entré por las puertas de la escuela de educación media Muir como profesor de estudios sociales y literatura. Mientras observaba que los
pasillos se llenaban con estudiantes ansiosos de ver a sus amigos y en espera de que el año sería beneficio, capté el entusiasmo de que había tomado la decisión
correcta de dejar la Escuela de Planificación Urbano de la Universidad de California, Los Angeles para volver a enseñar en las escuelas públicas en los
barrios céntricos de la ciudad. Antes y durante este tiempo en la universidad, había pasado tres años de capacitación en la Escuela Nacional del Centro de Estratégia
(la organización de movimientos contra el racismo en el medio ambiente y la justicia social en Wilmington, California, y en los autobuses de la MTA en Los Ángeles).
Por medio de este experiencia decidí que investigaciónes de planificación urbano no sería mi contribución al frente de los cambios sociales. Decidí volver a la enseñanza
en la excuela pública. Una vez más sería un maestro blanco en una comunidad de diversas etnias y de bajos ingresos. Pero esta vez, además de los retos en la
educación de los jóvenes, buscaría oportunidades para organizar coaliciones laborales/comunitarias para obtener justicia social con los maestros, padres de
familia, estudiantes y miembros de la comunidad que desearan luchar por el cambio. Mi retorno a las clases coincidió con la aprobación de la Proposición 227, la
iniciativa reaccionaria más reciente en California que desmantelaba la educación bilingüe. No me sorprendió que el mismo electorado que había votado por la medida "tres strikes y estás out
", en contra de prestar servicios a los inmigrantes indocumentados y en contra de la acción afirmativa también votara para prohibir la educación bilingüe. No obstante, ha sido iluminador darme cuenta de la
complejidad que implica organizarse contra el racismo y la xenofobia dentro del sistema de escuelas públicas. Desde el frente, con la esperanza de explorar por mí mismo la dirección de mi labor
organizadora en las escuelas, propongo una nueva estrategia para la educación bilingüe en la secuela de la aprobación de la Proposición 227. La estrategia es
organizar ampliamente para la reinstalación de programas bilingüe, retar directamente los planes de implementación de la 227 y desarrollar un programa
antiracista para la reforma de la educación pública en las escuelas de los barrios céntricos de la ciudad para contrarrestar los ataques de la Derecha y las corporaciones.
Con la Proposición 227 se invitó a un electorado desproporcionadamente blanco de California a atacar los derechos de los inmigrantes a tener igualdad de acceso a
la educación. Lo requere que las materias escolares se enseñen en un idioma que los niños recién llegados a este país no pueden entender. Pero había más en juego.
Al desmantelar la educación bilingüe, muchos pensaron que los inmigrantes, en particular los latinos, recibirían el mensaje: "Subordina tu cultura y aprende inglés, el
lenguaje imperial del mercado, o queda estigmatizado en forma permanente de la sociedad estadounidense." La negativa de igualdad de idioma se utiliza como un
medio de dominación para reforzar tanto la categoría de segunda clase como la autoimagen de ser de segunda clase de los estudiantes inmigrantes que no hablan
inglés. Se están repitiendo las estrategias históricamente racistas (utilizando la educación de "sólo inglés" para los jóvenes indígenas estadounidenses y los
puertorriqueños, y borrando sistemáticamente los idiomas africanos de los esclavos), una vez más con el propósito de desmantelar la cultura, el lenguaje y la
solidaridad lingüística entre los pueblos de las nacionalidad oprimidas dentro de los Estados Unidos. Además, recordemos que los primeros idiomas de California
fueron aquellos de los indígenas americanos y mexicanos. El idioma inglés llegó más tarde como una herramienta de conquista usada por los colonizadores blancos en
su búsqueda de tierras, recursos, y mano de obra. El racismo de estas estrategias es obvio cuando nos damos cuenta que los Estados Unidos, de hecho, tiene una
larga historia de educación pública bilingüe para los inmigrantes europeos blancos. El ataque a la educación bilingüe también ha avanzado la agenda corporativa. Ron
Unz, el autor de la Proposición 227, es un republicano multimillonario que se ha opuesto durante mucho tiempo a que se impongan impuestos a las corporaciones y
a los ricos para financiar a la educación pública. Para Unz, deshacerse de la educación bilingüe representó la eliminación de otro "costoso" programa que
requería fondos y un paso mas cerca de mas reducciones en los impuestos. Su autointerés idiosincrásico, alineado con las fuerzas ideológicas combinadas de la
Derecha que ha respaldado la Proposición 13 (reducción de los impuestos básicos para las escuelas, 1978), 184 (cárcel para delincuentes con la tercera ofensa,
1994), 187 (reducción de servicios sociales para los inmigrantes, 1994) y 209 (eliminación de la acción afirmativa, 1996) en California. Percibo estas iniciativas
corporativas contra los inmigrantes como las simientes de un neofascismo que se está implantando sistemática- mente. En esta etapa podemos ver claramente un
nacionalismo beligerante estadounidense arraigado en un proyecto transnacional para explorar la mano de obra barata y la gente de diversas etnias y controlar
estrictamente a la vez sus vidas culturales. Estoy enseñando en este contexto a los jóvenes que heredarán el mundo. La implementación de la Proposición 227 ha conducido a violaciones masivas de
los derechos de nuestras escuelas. Se han arrancado los volantes en español de los tableros de anuncios. El personal de las escuelas se niega a hablar con los padres
inmigrantes hispanohablantes, generalmente mujeres, que ha tenido una participación activa en los programas escolares; muestran desdén por los demás
idiomas. Se pisotea el acceso a la educación cuando se indica a los padres que desean firmar renuncias para que puedan continuar recibiendo programas bilingües
(una opción que provee la ley) que se enviará a sus hijos en autobús fuera de su área para que puedan ejercer dicho derecho. Muchos estudiantes que no hablan
inglés miran ahora fijamente y sin comprender a los maestros a medida que van retra-sándose en sus estudios e incrementado las probabilidades de que se salgan
de la escuela. Se han descartado todas las investigaciones que demuestran que los niños aprenden más eficazmente en su idioma natal primero, junto con las
investigaciones que muestran que los programas públicos de educación bilingüe son vitales para los inmigrantes que viven en la pobreza. Por lo tanto, los estudiantes inmigrantes de bajos recursos deben someterse a
programas de inmersión que, para muchos, fomentarán el desarrollo del inglés conversacional, pero que no les permitirán aprender a leer o escribir en ningún
idioma, y mucho menos en el suyo propio. Al mismo tiempo, se alienta a los estudiantes en las escuelas de los suburbios (de clase media y predominantemente
blancos) a ser bilingües ofreciéndoles programas de idiomas extranjeros y viajes de verano a Europa. Qué irónico que los estudiantes con recursos aprendan idiomas, y
algunos obtengan trabajo con corporaciones internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional, precisamente porque hablan dos o tres lenguas. Mientras que a la gente más oprimida en los Estados Unidos y en los países del Tercer Mundo se les
niegan los derechos básicos de su idiomas y se les coloca bajo el dominio de esas mismas instituciones. De esta manera, el imperialismo estadounidense, por medio
del FMI y las corporaciones, decide quién aprende los idiomas del mundo y en qué condiciones. A través de todo esto, avanza la agenda corporativa de la Derecha para reducir las
expectativas de la clase obrera multinacional. ¿Qué mejor manera de moldear las mentes de los niños? Al eliminar un programa vital, se solidifican aún más las
condiciones en que los estudiantes (en la época de "reponerse gracias a sus propios esfuerzos") se culparán a sí mismos en vez del sistema educativo por su fracaso en
la escuela. De esta manera, se está preparando a los jóvenes en el sistema de escuelas públicas para que renuncien a su identidad cultural y aspiraciones sociales
para que acepten trabajos o vidas no satisfactorias de odio interiorizado contra sí mismos y desempleo. Tras el éxito de la 227, un grupo dentro del sindicato United Teachers-Los Angeles
(UTLA) en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés) ha adoptado una posición que afirma el papel vital de la educación
bilingüe. Muchos de nosotros deseamos ver la reinstalación completa de los programas bilingües. Sin embargo, nos hemos visto limitados a crear programas
bilingües remendados por medio de renuncias y convocatorias de conferencias de prensa sobre violaciones de los planes de implementación de la 227, en gran
medida debido a las enormes restricciones políticas que encaramos ahora. Desafortunadamente, los aliados principales con los que colaboramos antes de las
elecciones están ahora trabajando en nuestra contra, indicando muy claro que no respaldan el movimiento para la reinstalación ni ningún tipo de protesta real. Los
líderes del UTLA han amenazado a los maestros que están presionando para no cumplir con la implementación de los planes "sólo inglés," alegando que el sindicato
no debe defender a dichos profesores. El Fondo Mexicano para Defensa Legal y Educación (MALDEF, por sus siglas en inglés) ha aconsejado no hacer protesta
popular, no tiene visión como organización popular puede afirmar la lucha legal, y ha destinado sus fuerzas a favor del bilingüismo en el proceso de trabajo intenso y
"según la ley" de recaudar e implementar renuncias. Los líderes del Partido Demócrata han recomendado que saquemos lo mejor de
una situación mala. Antes de las elecciones propugnaban por un "proyecto de ley de avenencia" que cedería la victoria ideológica contra el bilingüismo a Unz, pero
protegería algunos elementos de control local. En un cambio sorprendente, Antonio Villaraigosa aconsejó que no se hablaría del "racismo" para oponerse a la 227. Esta
es una de las reflexiones más recientes de la defectuosa estrategia del Partido Demócrata de hacer oponerse calladamente en las actas a las iniciativas racistas sin
realmente pelear en contra de ellas, indicando que no pueden permitir que se conviertan en una cuestión de "hacer o destruir." Esta estrategia, compartida por los
aliados Demócratas en los campos laboral y comunitario, ha llevado a un enorme nivel de desmoralización entre los progresistas que se han encontrado luchando en
contra de proposiciones racistas que usan el lenguaje de la derecha, expresamente prohibidos por la coalición Demócrata de usar términos como "derechos de inmigrantes", o incluso, "acción afirmativa."
Si se consideran estos desarrollos políticos en conjunto, se apreciará que han creado un contexto difícil para nuestra organización. En mi caso, me han llevado al
doloroso reconocimiento personal de que, al desplazarme lentamente hacia un enfoque limitado de renuncias y violaciones de los planes de implementación de la
227, he estado promoviendo sin darme cuenta la aceptación de la 227 como un hecho político y organizando para la implementación "justa" de la misma. Pero sé
que eso no es correcto. ¿Cómo puede ver un maestro a sus alumnos a la cara y decirles que nos hemos aceptado un ley que no hacer caso de sus necesidades y viola sus derechos?
Es hora de tener una estrategia nueva. Necesitamos pelear por la reinstalación completa de la educación bilingüe dentro de una estrategia a largo plazo para crear
una campaña amplia antiracista para la educación pública y en contra de todos los ataques contra los estudiantes de diversas etnias. Dicha campaña requiere una
alianza laboral/comunitaria entre los maestros como miembros sindicales y los padre como líderes se la comunidad. En esta estrategia se necesita un conjunto completo de demandas que beneficien
directamente a la clase obrera, en particular a aquellos entre nosotros que reciban el mayor impacto y sirvan como chivos expiatorios pues sufren simultáneamente
discriminación por su clase, raza y género, es decir, las mujeres de la clase obrera de las nacionalidades y las razas oprimidas. La estrategia debe de estar basada en
organizaciones comunitarias, usando la renuncia a los programas bilingües tanto como una manera de satisfacer las necesidades inmediatas de los estudiantes y
como el punto de partida de conversaciones con los padres de familia, sobre la necesidad de construir un poder en contra de la ley 227 en su totalidad. Esta
estrategia requiere un movimiento social. Debemos rechazar los términos restringidos del debate que fijan los planes actuales de implementación de la 227,
en lugar de tratar de obtener nuestros propios términos y demandas para crear una "revolución de expectativas crecientes" (alentar a los estudiantes de los barrios
céntricos y a sus padres a romper los límites del pensamiento racional y exigir las escuelas de primera que se merecen). La estrategia no significará nada menos que la reconstrucción del movimiento
blanco antiracista. Existen generaciones de maestros blancos progresistas que han entrado en las escuelas públicas con la convicción de crear una conexión orgánica
con los estudiantes y padres de las comunidades urbanas de personas de diferentes razas y bajos ingresos. Creo que se puede sacudir a estos progresistas en una
política que entienda la lucha contra el racismo y la xenofobia como un elemento esencial para todos nosotros, tanto en lo espiritual como en lo estratégico.
Fundamentalmente, esta estrategia debe exigir los programas que sean más esenciales para transformar la vida de nuestra juventud. Requiere que se abrogue la ley de "tres strikes
" y que se transfieran los recursos que se gastan ahora en la creciente industria de las prisiones y su socio, el aparato racista policial; requiere
que se revoque la Proposición 13 y su distribución ascendente de la riqueza, que se revoquen las políticas xenófobas resultado de la Proposición 187, y que se
reinstalen la acción afirmativa y la educación bilingüe; y requiere que contrarrestemos el impacto de la eliminación de industrias y la fuga de capitales con desarrollo económico real respaldado por del sector público.
En su manifestación táctica, la estrategia debe incluir tres componentes: Un movimiento hacia otro referéndum sobre la educación bilingüe, la oposición directa
a la 227 y un contraataque programado contra la ley. La educación alrededor de una lucha de referéndum promovería la idea de que la Izquierda, y no sólo la
Derecha, puede volver a abrir asuntos a nivel de las masas. El componente de la oposición implica organizar la desobediencia civil y las zonas en que se no cumpla
que incluya desde departamentos completos que utilicen educación bilingüe "ilegalmente" hasta presionar al LAUSD en su totalidad para que contravenga la ley
y organizar sesiones abiertas sobre la forma en que se enseñan el racismo y la xenofobia en nuestros salones de clases. Las políticas reaccionarias y agresivas de Ruben Zacarias, el superintendente del
LAUSD, en su papel de burócrata latino que promueve el racismo basado en diferencia de clase dentro de nuestra propia comunidad, han propulsado hacia el
frente la necesidad de un contraataque programado. En julio de 1997, Zacarias publicó la lista de las "100 peores escuelas" que basó en las calificaciones de las
pruebas estandarizadas. En julio de 1998, publicó la lista de las "30 escuelas pésimas" integrada por las escuelas entre las 100 que no habían mejorado los
resultados de las prueban en el ciclo 1997-98, el mismo año en que los programas bilingües, que ya no tenían fondos suficientes, estaban con la amenaza de
desaparecer. La gran mayoría de las 100 escuelas (y las 30 en su totalidad) se encuentran en comunidades urbanas de gente de diversas razas y de bajos ingresos.
Se ha amenazado directamente a los maestros de las 30 escuelas de su posible despido y de reducir su participación en las decisiones de la escuela si no mejoran
las calificaciones. Con este gran garrote, ni siquiera se han ofrecido unas rodajas de zanahoria: una cantidad de dinero para cada una de las escuelas que ni siquiera
puede pagar un maestro extra. La estrategia de Zacarias es obvia: desviar la atención lejos de las necesidades críticas de las escuelas y hacer de los maestros y
estudiantes de esas 100 escuelas los chivos expiatorios y dar la impresión de que se está realizando una reforma "dura" bajo su supervisión.
Con un contraataque antiracista podemos presentar un conjunto de demandas de inmediato: • Reinstalar los programas de educación bilingüe, con nuevos recursos dedicados a
la adquisición de materiales, evaluación y colocación de los estudiantes, y contratación de maestros bilingües. • Crear en largo plazo programas bidireccionales de idiomas en los que las
personas que no hablen inglés aprendan en su idioma y en inglés; las que sólo hablen inglés desarrollen su capacidad de leer y escribir en inglés y contacto con un segundo idioma.
• Reducir y restringir el tamaño de las clases, proporcionar libros de texto a todos los estudiantes en todas las clases y modernizar las instalaciones educativas.
• Invertir fondos en la capacitación de los asistentes actuales de los maestros (cuya mayoría son personas de diversas razas) para que se conviertan en maestros en las
clases de tamaño reducido y en la capacitación de los alumnos actuales de educación media superior (high school) para que se conviertan en asistentes de
maestros. De esta manera, se pueden crear empleos sindicalizados en el sector público en comunidades de diversas razas y de bajos ingresos. • Establecer programas de acción afirmativa de enlace con los sistemas de la
Universidad Estatal de California y de la Universidad de California con el fin de que se garanticen sitios para nuestros estudiantes que se gradúen de la educación media superior.
• Exigir que la UTLA haga su trabajo. Crear un programa de asistencia de colegas en que los maestros nuevos reciban apoyo diariamente fuera de la clase con un
maestro veterano. Y contrarrestar las amenazas de "reestructurar" el personal docente y vincular los empleos de los maestros con los resultados de las pruebas.
• Financiar estes programas bilingües directamente con los sistemas de tributación progresiva; presentar una demanda popular para "volver a programar" los fondos
de las prisiones/la policía para la educación pública. El Distrito es el organismo que podemos presionar con estas demandas, es la institución que tiene el poder para hacer cambios inmediatos. Podemos forzar a
Zacarías y a la Junta escolar del LAUSD a reprogramar los dineros existentes usados en la administración de las 100 escuelas, y aún más importante, forzarlos a
solicitar nuevos fondos de la Junta de Educación Estatal y de la Legislatura. También podemos ejercer presión en blancos tácticos secundarios, como los
cuerpos gobernantes del UTLA. Podemos organizar apoyo dentro del Congreso Representativo del UTLA--que dicta la política a seguir dentro del sindicato - para
aprobar mociones que lograrían la aprobación del UTLA para la campaña de las 100 escuelas, y eso traería recursos del sindicato a la planificación de las manifestaciones en la Junta Escolar y en las escuelas.
¿Contamos actualmente con la capacidad para luchar en tantos frentes? No. Pero podemos crear formas de organización para empezar a trabajar, empezando ahora
mismo. El interés propio hará que algunos empleados de las escuelas a los que amenazó Zacarias se integren en este proyecto, que es sano y legítimo. Sin
embargo, la meta es invitar a los maestros a reavivar la dedicación que nos llevó a muchos de nosotros a la docencia. ¿Cuándo hemos tenido un reto mayor?
Basándonos en nuestros principios, podemos y debemos actuar ahora para crear un liderazgo entre los maestros, padres de familia, estudiantes y miembros de la
comunidad con el fin de organizar no sólo nuestras escuelas sino también nuestros sindicatos, nuestras iglesias y la gran gama de organizaciones que sostienen nuestras culturas.
Yo espero que este artículo contribuya a nuestro tan necesario debate sobre estrategias. ALEX CAPUTO-PEARL is a teacher in the los angeles unified school district. he is united teachers-los angeles
(utla) vice chair at muir middle school, serves on the utla house of representatives, and is a member of an opposition newsletter within the teachers union, a second opinion
. es líder electo del comité de planeación del bus riders unions/sindicato de pasajeros a presente y es miembro del centro de estrategia. |